20 dic 2007

Esperando la Familia en... un Barco velero

Se fue Armando… pareciera ser que nada ocurre, por lo menos hasta que llegue el resto de la familia el 19.
Pero… el mundo sigue marcando estela… hoy recibí lindas noticias.
En el pasado verano, en una tarde noche, el lugar me predispuso… y así como las luces del pueblo fueron apareciendo a mi vista, surgió un cachito de inspiración que me llevo a escribir algo, que tenía además idea de presentar en concurso literario, estimulado por el amigo José Rothman, Pepe, para mas datos, Pepe Fuera de Borda.
Pepe es el titular de una popular pagina náutica,
www.pfdb.com.ar, que ya lleva dos volúmenes editados… Pepe me estimuló, y yo le respondí con mucho temor a su convocatoria con este escrito, que se me ocurrió llamar Alegoría…
No se si el jurado se equivocó pero la cuestión que entre decenas de trabajos, este, fue seleccionado como finalista… entre diez o algo mas, de los presentados…
Siempre le comenté a Pepe, y es verdad, que con solo haberme animado a participar estaba contento… ser seleccionado era una posibilidad, nula para mi… pero los jueces me llevan la contra y dicen que lo que escribí está entre los mejores trabajos…
Esto me desborda… a tal forma que leo a García Márquez y le busco faltas de ortografía… (Je je)…
Entonces como este texto lo escribí en este tiempo, el tiempo del Torroba en este viaje, aquí fondeado en Refugio das Carabelas, frente a Paraty, siento que este cuento le pertenece, y “salió” de acá… por eso está en este, nuestro blog.
Siento además la necesidad de agradecer a Pepe, la posibilidad y el estímulo, y además compruebo, una vez mas, mis utopías salen a la luz… y no son tales…
Es mi voluntad dedicar este relato a todos mis amigos de la náutica y la vida… en primer lugar a los que siempre me sufren… los amigos de NpeM… ellos me generan algún tipo de inspiración, y Pepe lo hace posible… una vez mas , los hechos me dicen que en el mar, todo es posible… la costa, desde el mar, hace ver TODO, distinto… mas lindo de ser navegado…
Entonces redondeando:
Gracias Luís García Monzonis por NpeM.
Gracias José Rothman por
www.pfdb.com.ar
El relato está escrito, la introducción también:
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Barco velero. Alegoría. (Historia sin fin.)

Barco velero, hoy a vos pretendo darte un canto, desordenado, confuso, como el mar, cuando llega a tierra, sereno o turbulento, según lo quiera, la tierra…
………………………..
Barco velero, retardador del tiempo, arranchas espacios para acumular recuerdos.
Traficante de sensaciones, contrabandista de aventuras… cobijador de cansancios, valiente encarador, casi ridiculizas nuestros miedos…
Partir en un barco velero, es transformamos, rejuvenecemos y envejecemos por igual… en el mismo gesto…
Barco velero, donde las partidas, mas lentas, mas definitivas, mas lejanas, mas difíciles, mas liberadoras, mas esperadas, mas grabadas…mas partidas…
Vemos alejarse no solo el puerto, quedan muchos imprescindibles, el ayer espera, en los pañoles, el hoy se transforma para crear otro mañana… las partidas en barco velero, son modificadoras, profundas…
Al zarpar, partiremos también en dos nuestra vida, el antes y el después…
Partir en barco velero, es definitivo, para siempre, hasta el regreso… in imaginado por esos momentos… Partir, en barco velero, es sentir con devoción lo que la palabra abarca, partir en un barco velero… es como parir la vida nueva…parir el futuro en la proa de un barco velero… ver la costa alejarse, ver cómo se desgarra la pertenencia, que creíamos indispensable… a popa…
Nunca tan histórico el ayer, nunca tan alejado el recién, como cuando se parte en un barco velero…
Barco velero que nos muestras con crudeza lo áspero y violento de tu hábitat, el mar… lo serenas… lo vives, lo enfrentas, lo haces tuyo, normal… nunca, nada pertenece tanto, a la crudeza del mar, a su violencia… y nada tan propio, tan apto, para sobreponerse a la propuesta… injustamente valorada dura…, nunca nada es tan del mar, como un barco velero…
Como recompensa, por creer en vos, nos regalas…, barco velero, noches inéditas, potenciando estrellas, secuaz de la luna, muestras visiones incontables, en las noches… nos hieres a veces, con la claridad del día, el brillo insuperable, la niebla impenetrable creadora de dudas, el frío, apaciguado a tu abrigo… el calor duro, insoportable agobio, in combatido, el tedio infinito… y la acción abrupta , descontrolada, del cambio permanente, de la normalidad distinta, a cada paso…
Nos presentas, habitantes pelágicos, visitantes marinos, casi amigos, acompañantes surcando el mismo mar, siguiendo la misma estela, sin dejar rastro… Cuchareando el aire, barco velero, nos haces sentir al viento como aliado, buscador de vida… aunque a veces, lo mal nombremos… enemigo…
Barco velero, con amaneceres más anchos, atardeceres mas nostálgicos, y noches mas profundas
Amaneceres y atardeceres… jamás imaginados, exclusivos, únicos… colorean tu casco, tu alma… resaltando tus blancas velas, te haces rey…

Aletas, vientos por tu aleta, que generan poesía entre nuestros torpes pensamientos… aletas que nos muestran un anticipo de la paz eterna… si la hay, navegando con suaves vientos por tu aleta, te transformas, barco velero, en santuario reflexivo, templo de meditación y sueños…
Barco velero, hacedor de anónimas estelas, acariciador inútil de indiferentes olas… surcador de efímeras, nuevas estelas, generas las imágenes que hoy no veo, y siento…
Cuando la sal del mar aumenta en nuestra alma… el arribar por sí, es el remedio… nunca tan deseado y sentido… arribar es terminar un eslabón de nuestra cadena… que construiremos entre puertos, entre zarpadas y arribadas…
Parece que es la costa que nos viene a buscar, mientras nosotros aguardamos quietos en el mar, nos recibe con la bocana de su puerto en proa… como ofreciéndonos entrar a su vida terrestre… portuaria.

Barco velero, guardas para nosotros arribadas insuperables, cargadas de expectativas, encontradas entre infinitas olas… disimulas errores y hasta nos haces sentir avezados marineros…, engañador, barco velero.
Cuando por fin reposas en puerto… entre tus silencios, nos admites los relatos, exacerbados de exaltados marineros… ya tus jarcias y estructuras descansan y disfrutas de relatos, adornados con virtudes robadas…o mentidas…, barco velero…
Si hablaras… nuestros relatos te tendrían de testigo… que aburridos serían nuestros puertos, nuestros bares y cantinas, junto a otros marineros, barco velero, hasta eso nos regalas… tu silencio…
Barco velero, albergue imprescindible de casuales, casi amorosos, portuarios encuentros, cómplice discreto de ocultas tentaciones, animador de charlas, alcohólicas,… entre navegantes… sin testigos
Callado participe en los silencios… barco velero… acompañador en soledades, escuchador de canciones nostalgiosas, imaginador de nuevos buenos días… almacenador de recuerdos, estibador de sensaciones, pañol de vida… barco velero, sabio disimulador de mis temores, compañero de saudades, potenciador exagerado de algún acierto, sobador de marineros, adulador incasable de viajeros…
Viajar en un barco velero, grupo de telas, estructuras, jarcias y cabos armoniosos, altivos, es penetrar el viento y el mar… con tiempo, sin prisa, como amando… soñando…
Encontrar el amor, siempre será posible, encontrar los rumbos, las maneras, los acuerdos, las certezas, las verdades, los placeres, las complicidades, los futuros compartidos… en un barco velero, amasador de fantasías y realidades, hacedor de eternos y puros amores…
Quien haya arribado a un puerto, sabe que un día ese puerto, sutilmente nos despide, nos incita a zarpar… como una contracción natural nos hace nacer, … sin darnos cuenta… como para que queramos volver… a todos y a cada uno de los puertos que sin nosotros notarlo, en algún momento, nos parió… al mar…
Hay entre todas una arribada, que nunca podremos reconocer… pues entre todas, será sin duda la mas sentida de todas… Será la última… la irrepetible…
Si, el destino quiere que esa última sea en casa, en el lugar… en nuestro sitio, nosotros y nuestro barco velero… habremos dado la vuelta… deseada, racional, al puerto… a la tierra… al aire, que pisamos primero, que respiramos primero, y donde abordamos primero un barco velero… privilegio no mensurado… e imposible de programar… solo lo dispondrá, nuestro barco velero…
Barco velero, de infinitas esloras… honorable ataúd de verdaderos marineros, nunca olvidado, siempre recordado por memoriosos, cultos, acopiadores de bitácoras, indispensables navegantes… recordadores de historias, virtud de marinero, por ellos, jamás se te olvida, barco velero, nunca naufragarás del todo, solo decidiste allí, terminar tu viaje, y mientras haya un marino, con un dibujo, una foto, un papel escrito… barco velero… siempre navegarás, sos eterno…
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Estas…letras quizá sean… una alegoría, o una historia sin fin…, si lo son es por que fueron escritas a bordo de un barco velero, no por el ingenio de quién las escribe, sino virtud de lo que el entorno transmite…, dicta.
Barco velero… me diste vida…
Preto. Que es como decir Negro, en “brasilero”, es decir yo: Ernesto

1 comentario:

dafne dijo...

ay nono me encanto lo que escribiste es un poco largo a veces me daban ganas de dejar de leer pero la curiosidad de saber que ibas a decir al terminar eran mas fuerte y no me equivoque es muy hermoso eso que esta escrito bue dejandote asi mi opinion te dejo saludos

daf