23 feb 2007

Ilha Anchieta - SP - Ilha da Cotia- RJ


En Ilha Anchieta conocimos a Erwin, dueño del Romance que navega en solitario nuevamente a Baires… Nos deseamos mutuamente… buenos vientos…
Mis hijos ayer se despidieron a toda orquesta de aquella zona, pudieron ver muchos carpinchos, tortugas marinas, Monitos muy pequeños y una cantidad muy grande de peces, eufóricos no terminas de “gastar”, las emociones que les presenta este tipo de naturaleza… mañana será otra experiencia… quizá otro relato.
.....................................................................................................................................................................

Al las 1020,del 29 de enero, zarpamos de Ilha Anchieta, por la noche paso por nuestras cabezas un Pampero “desganao”, lo suficientemente “direccionado” como para llevarnos cómodamente por la aleta hasta el paraíso, los primeros 15 N del “Pampeiro” se gastaron rápido, y nos quedamos con el “vuelto”… por suerte, siempre para allá, tan directo fue el Rumbo que a las 1700 hs. Virábamos Punta Juatinga, con todo lo que eso representa, a los quince minutos de virar, y por razones inexplicables, cambiamos en el acto, un través con amuras a estribor por otro igualito pero de signo contrario, amuras a babor… 180 grados, en el acto… como pá descansar las nalgas a la altura de las asentaderas…
Con buena velocidad dejamos la Ensenada de Pouso, que fue el primer abrigo, que nos brindó esta Baía Grande, cuando llegamos hasta aquí con el Bonito, fue en esa arribada cuando nació nuestro romance, desde ese día y por siempre, esto para mí es el paraíso… El horizonte desapareció de la proa, ahora hbria que juguetear con las islas que de a una aparecian en nuestro camino.
Invadimos la tranquilidad de las islas, y comenzamos a buscar nuestro sitio. La felicidad inundó el barco. El archipielago de la Ilha Grande, estaba bajo la quilla...
Cruzamos el Saco de Mamanguá, desistimos fondear allí pues nos tentó la parte norte de la Ilha da Cotia, a metros de una playa de almanaque, hoy no desembarcarnos, contemplar este entorno sin horizonte, donde nos sentimos cobijados, luego de tantos días con un horizonte que uno imagina desconocido, y algunos otros como nuestro sur, intimidante…
Aquí no hay ni pamperos, ni carpinteros, todos tienen entrada prohibida, lo que no sé que pasará, con la lluvia tan anunciada por el tangaroado Jorge…
Hoy llegamos… lo que viene es paseo, a eso vinimos…















Esto que tenemos frente a nosotros es sin dudarlo lo mas cercano al paraíso que podemos ver.

Nuestroas citadinas costumbres no terminan de adaptarse a este panorama, que cambia de colores y aspecto según la luz del día.
Una mañana el agua dejó abarloadas...al Torroba unas flores, como una ofrenda de bienvenida, o como una muestra de quien es dueña la belleza por acá.


Fué demasiado para esa mañana, me hubiera gustado sacar una foto que muestre todas las flores... pero la naturaleza no nos permitió "robarle" semejante imagen... solo nos permitió traer esta muestra... Para mí, sobra.








La playa de Ilha da Cotia, donde mateamos.
A metros , entrando por una pequeña senda, llegamos al otro lado de la isla, su costa es rocosa,excelente para bucear.



Cruzando la Baia de Paraty Mirim se ve el caserí del mismo nombre... tan bien estamos acá que no queremos "gastar" todo, disfrutamos la vista desde acá...
Todo pasa, seguramente estos meses tampoco van a alcanzar, queremos ir a Paraty y allá vamos. No hay horizonte visible en el fondeadero detras de Ilha da Cotia, las islas nos protejen, pero dejan abierta una pequeña puerta, un paso, para permitirnos buscar otros destinos, en este caso... Paraty.



Nos vamos de aqui con el sabor de inigualable que recibimos de este rincon de el Archipielago de la Ilha Grande.

No hay comentarios.: