Bracuhy - Ilha Grande - Angra dos Reis

Luego de Conocer a Tito Urrutia y su Tuu Ona nos fuimos de shoping, fuimos a conocer el Piratas Small, pese, en lo personal, a decepcionarme, pudimos equipar razonablemente el “almacén del Torroba. Es un shoping como todos, con la diferencia de la vista a la Bahía, y que amarramos con el Torroba dentro de el súper, y con los carritos llevamos las cosas a bordo, no deja de ser una gran comodidad… eso si no pidamos precio, en Paraty en cualquier pequeño supemercado todo está mas barato... claro hay que llegar hasta allí con mochila...Caía la tarde y buscamos un sitio para fondear y pasar la noche, elegimos Praia da Facenda en la Ilha Gipoia, llegamos de noche, y todo lo fácil que resulta navegar de día se complica con la noche, para colmo , como para exigirnos mas, ni luna había, seguro esperó para salir para ver como nos arreglábamos…
Por suerte el sentido común aún funciona y entre sombras y luces que se tapan y otras que se descubren… le pusimos la proa a la Praia da Facenda, fondeamos, comimos como bestias.
La luna apareció, dando una visión mas espectacular aún, los chicos se divertían con la luminosidad que los peces generaban con las noctilucas, para ellos un pis desde cubierta era , por si solo, una fiesta… los peces, de a miles nos rodeaban, enmarcando la fiesta…
Llegó el sueño y dormimos a lo bestia…

Quizá por la ansiedad de anoche, me levanté mas temprano que de costumbre, las 0830 de la “madrugada”, me sorprendieron en cubierta, “campaneando” y preguntándome cual había sido la dificultad presunta de anoche… estábamos perfectamente fondeado en una bahía grande como la cancha de River, es difícil imaginar de día ese escenario de noche… Se fueron despertando, Gra y Nahuel, levatamos “el fierro”, y le pusimos proa a lo que realmente vinimos a buscar, la Ilha Grande.
El trayecto nos fue mostrando la realidad






En una hora y poco, como siempre a motor, atropellando aire, entrábamos a la Enseada do Sitio Forte, lugar elegido pues había sido el sitio donde con el Chaval había desembarcado llevado como compañero de gomón a Nahuel de casi dos años, esa olvidada imagen, solo retenida por fotos, la estábamos reviviendo, él y yo, los dos solos, además Fede y Aime, se adelantaron ya caminaban por la playa, habían desembarcado a nado.
Pasamos la mañana fondeados frente la Praia do sitio Forte, a la tarde nos dejamos llevar por las mayorías y nos cambiamos frente a la Praia de Ubatuba, en la misma Enseada do Sitio Forte.
Los chicos no terminan de “primitivarse”, se olvidaron del fuera de borda y van y vienen o a remo o nadando, cuando nadan llevan arrastrando un “torpedo/ zepeling” o como cuerno se llame que no solo les asegura flotabilidad, llegado el caso, sino que, lo mas importante, los hace visibles a gomones y a alguna moto de agua que anda por acá, con tranquilidad y respeto…

La noche se acerca, seguro con lluvia, a lo lejos la vemos “baldear” la ciudad de Angra do Reis, acá apenas una brisa amenazadora…
Los chicos colectando cocos en tierra, explorando seguramente, sintiéndose como nuestro Robinson Crusoe. Por hoy dejo de soñar que estoy en el paraíso, cuando despierte, veré si les cuento otra parte de mi sueño… hoy siento que la lluvia me alcanzará, se escuchan truenos lejanos… pero no nos quejamos, una buena mojadura con agua dulce, siempre viene bien.
Con la lluvia por ahora… “toco teclado”, tuvimos una enorme suerte, siempre llovió de noche……….
Es increíble, no terminé de escribir lo anterior que comencé a escuchar venir la lluvia, escucharla y verla acercarse, huyendo del cockpit…
Ahora espero ver llegar a mis hijo mojados…

Dejenmé seguir soñando, no me crean, ni yo creo lo que estamos viviendo…
Los quisiera tener a todos acá, fondeados, con sus barcos, reales o imaginarios, alrededor nuestro en la Enseada do Sitio Forte…
Llueve mucho… tanto como los quiero…

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Vamos recorriendo sitios, Abrao fué hace tiempo, el lugar elegido para el don Vito... hoy cambió, no se puede decir que desmejoró, pero cambió, un lugar pequeño que las casitas y negocios le robaron el espacio... es atractivo, pero en lo personal me siento sin lugar... algo comprimido.

La noctilucas parece que nos esperaron, allí estan para ofrecerles a los chicos el inquietante espectáculo... al principio les daba "cosa" verse rodeado de luz... luego el juego no parecía terminar.

El fondeadero de Abrao tiene sus misterios, dos únicas veces garró un barco conmigo a bordo en la zona de Ilha Grande... las dos veces en Abrao... Con toda la cadena no tuvimos luego problema, pero viendo lo que el lugar pareceria exagerado bajar 30m de cadena con la arado y unos 20m con una Danfor... pero así seguro no garreariamos... y así fue.

En esta zona el Torroba de transforma en saveiro de excursion, recorremos ensenadas , nos arrimamos a la costa, sacamos fotos de a docenas, tanta que se hace fifícil ahora , ponerles nombre...¿hará falta?...

Muchas ensenadas y bahías tiene la Ilha Grande, uno las va recorrirndo, en algunas fondea , luego sigue... en otras uno siempre vuelve, pues se trata de lugares mas protegidos con varios sitios para fondear. Fué voviendo de Abrao cuando decidimos buscar tranquilidad... entonces volvimos al epicentro de nuetra estadia en la Ilha Grande... Sitio Forte.
Normamente buscamos que haya alguna vertiente de agua, es ideal para el baño, luego que no haya demasiados barcos y que en general, haya espacio, playa larga donde los chicos se descompriman del barco...y descarguen energías.

Hay una trilha por donde los pibes se fueron a otra playa, en el primer tramo subieron bastante y cuando volvieron nos trajeron lindas fotos... una de muy cerca, donde se ve lo que el sitio presenta, la visión mini...
Las caminatas de mis hijos nos regalan vistas que para mi, a esta altura del partido, serían bastante cansadoras, para llegar a ellas.

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Una de las mañanas de Sitio Forte nos regaló algo mas... como una visión vimos fondeado el barco perfecto... con su dueño... un navegante de verdad...

Esa mañana, luego de 21 años nos reencontramos Gra y yo con un verdadero navegante, la última vez había sido en St. George en Grenada, cuando nosotros navegábamos con el Don Vito, ayer se repitió la escena con el Torroba en la Enseada do Sitio Forte-Ilha Grande.
Unos cuantos metros nos separaban de un barco que me resultaba familiar, no me gusta mirar con prismáticos a otros barcos, pero en este caso la circunstancia me permitiría una excepción, prismático en mano y a mas de 200 metros pude leer con claridad Charran, desde ese momento y hasta llegar en gomón a el Charran pasaron solo minutos… fuimos invitados a bordo por Guillermo Rodríguez mi hijo Fede y yo, conocimos a Laura su nueva esposa y compartimos casi cuatro horas de charlas y recuerdos…

Para que los amigos que lean este sitio, lo conozcan y recuerden, les envío una foto de un auténtico navegante, que como otros dio la vuelta al mundo con su barco y además le entregó su vida y su futuro al mar hace casi treinta años…
El barco, construído y muy bien mantenido por Guillermo, es a mi gusto, lo mas cercano que podamos ver, como “El barco perfecto”, por supuesto teniendo en cuenta el tipo de navegación que a mi me gusta, es decir el Charran, doble proa de acero, en estado espectacular, es le barco perfecto para estar, NpeM… (Navegando por el Mundo). Conocer a Guillermo Rodriguez, es otro de los miles de "regalos" que recibí de mi papanauta Horacio Morales, con él navegando con el velero Bonito a Río, conocimos a Guillermo y su Charrán en Bracui, en 1983. Inevitable fué el recuerdo de Guillermo hacia Horacio, él dijo: "El viejo se navegó todo", ya no soy yo, barato patachero el que dice y repite hasta el cansancio que Horacio morales fue un grande, el mismo Guillermo Rodriguez lo afirma a boca llena... Poe esto y muchas otras cosas que formaron mi "yo navegante"... nunca voy a olvidar al "viejo Morales"...

Se fué el Charran, seguramente nos volveremos a encontar, seguramente seguiremos conversando de barcos, de amigos comunes,como Oscar Isa... y de cualquier cosa... menos de bueyes perdidos...quizá de delfines perdidos... como realmente pasó.

Mañana nos vamos al carnaval. Hoy nos levantamos, todos, increíblemente temprano… y nos fuimos en bondi a Angra.
El viaje entre morros y mata, es mas que un viaje en ómnibus, para mi fue un paseo espectacular de cuarenta minutos, por lo menos como turista es una linda visión de el lugar y la vida de la gente de por aquí, este estado de Río de Janeiro, tiene un calor especial que no viene del clima, o que potencia al clima… caminan, conversan, viven en un movimiento imperceptible para aquellos que no lo quieren ver… yo creo ver que este paisaje con su gente, vibra…

Al llegar el bullicio de la ciudad nos abrazó, teníamos que comprar algunas cosas y vimos la amabilidad de la gente en los negocios, que difiere bastante de otros lugares…

Caminamos miles de pasos, Rua do Comercio, peatonales, placitas, callejones llenos de gente, de calor, sin aire, con calor, con movimiento… Puerto, renovada costanera, y mucho trabajo para el turismo, muy segura sensación la de caminar por allí, distinta a otras épocas…que ni fotos sacábamos, quizá sea que las fotos digitales han popularizado la fotografía… no sé, ni siquiera se ven demasiados policías, por eso pese a la humildad que se aprecia, nos sentimos seguros de caminar por allí.

Por fin pudimos comer en un lugar común, un sitio donde funciona un autoservicio de comida que luego la pasas por una balanza pues pagas por kilo (quilo dicen acá)… “Bufet por Quilo” comedor de pueblo, no muy limpio, pero la comida era buena, y principalmente barata, muy barata (no entender mal acá barata, se le llama a las cucarachas), fue el lugar donde menos gastamos, y comimos tan bien o mal, como en cualquier oportunidad…

La ciudad tiene estilo, viejas construcciones recicladas o no, que conmueve verlas altaneras como señoras orgullosas, de su clase y estilo… bastante curioso para nosotros, que siento al ver esta modalidad, que no guardamos nada, pareciera ser que las cosas viejas son inservibles, y nos emocionamos al recordar el calentador Primus… Horas caminando, mirando mercadería no exhibida en ferreterías almacenes navales, mercados de alimentos, pescaderías con un estilo propio, con un estilo no “shopinizado”… como era antes en los barrios de nuestra niñez, viendo como dice el tango, “la Biblia junto al calefón”…
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Cuando la tarde le entregaba el turno a la noche, volvimos a Bracuhy… un reconfortante plato de pastas y luego la charla nos acercó a la cama, ya duermen o escuchan música, yo disfruto escribiendo, pensándome entre ustedes, charlando huevadas, “batiendo papo”, y deseando entusiasmarlos para que un día puedan estar por acá, juntando emociones, y llenando la mente de imágenes, sin píxeles, pero con un contenido enorme, llenas de vida…
Mañana cuando terminemos de preparar el barco para navegar solo veinte y pico de millas, zarparemos carnavaleando… disfrutando por adelantado, la mayor fiesta popular de América… ¿me equivoco?...
Por ahora el sueño me está alcanzando a mi también…